Viendo estas imágenes se puede ver como la tecnología no siempre es un adelanto. Da igual cuantas máquinas hayan en la escuela cuantos ordenadores, pizarras digitales, proyectores etc.
Tener más o menos equipamiento tecnológico no va a
cambiar o innovar la educación. Por tanto, para que se dé la transformación
educativa, no hay que fijarse en la cantidad de tecnología sino hay que
centrarse en el uso que se hace de ella. Pues se puede utilizar las “nuevas tecnologías”
para reproducir lo que ya existe, para hacer copias, para aprender de forma
tradicional o se pueden utilizar para trabajar por proyectos para trabajar de
forma cooperativa etc.
Si abusamos de la tecnología vamos a olvidar a ser
auto-suficientes. Como ejemplo, hoy en día ha empeorado mucho la ortografía,
caligrafía, los cálculos mentales…
Por eso pienso que está bien valernos de las tecnologías
como medio para ayudar en el proceso de aprendizaje pero siempre utilizándolas de
manera responsable y dándole sentido a lo que hacemos.
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